Hoy después de casi dos años de no escribir me dieron ganas de hacerlo y lo considero un auto-regalo de cumple.
Hace ya varios años, desde que Navidad se volvió mas un conteo de ausencias que una celebración, mi cumpleaños pasó a ser el día mas importante del año para mi.
Siempre me gustó celebrarlo, recibir amigos en casa, preparar comida rica, que mi mamá me haga la clásica torta con durazno, dulce de leche y crema. Limpiar el departamento para terminar a las 2 am limpiando todo de nuevo, pues la obse no se podía ir a dormir sin que todo esté en orden.
Cuando me mude a Irlanda, una de las primeras cosas que pensé fue que finalmente tendría cumpleaños de verano. Pero en Irlanda nunca nada es lo que uno espera..mi primer año en Dublin hacia frio, estaba nublado y el verano solo estaba en el vestido floreado que use en la fiesta de compromiso a la que fuimos invitados en un Castleblayney, un pueblito a unas 2 horas de Dublin.
En el medio de la fiesta, los novios me sorprendieron con una torta de alfajores Havana para que pueda soplar las velitas.
Cuando volví a Dublin en 2014, decidí que aprovechando que el primer Lunes de Junio es Bank Holiday (feriado) en Irlanda, iba a tratar de viajar para cada cumple. Sería mi auto-regalo en busca de sol.
El primer destino, estaba fuera de cuestionamiento: New York! Venía soñando con volver a esa ciudad que me explotó la cabeza, que me hizo cambiar la forma de ver la vida.
Regresar a New York fue el primer sueño hecho realidad, volver a recorrer esas calles abarrotadas de gente, ver los taxis amarillos, los edificios altos, volver a ver a Lili, Angie, Los De la Rosa, a los asados en lo de los Vitus, a tomar un café con Ernesto, a visitar a los amigos de Café Metro.
Festejamos varios días de seguido. Primero organizaron una reunión en Princeton y Angie me hizo una torta Tres Leche. El día antes de mi cumple, fuimos con Angie a Atlantic City, recorrimos la playa, jugamos en el Casino, comimos rico, probamos tragos y lo pasamos super recibiendo mi cumple en la ciudad costera.
El día de mi cumple regresamos a New York y las chicas me sorprendieron con una reserva en 230 Fifth Rooftop, una terraza increible donde comimos con el Empire Stite de fondo.
No le podía pedir nada más al primer viaje de cumple, fue como siempre que me encuentro con esta gente: mejor de lo que esperaba. Porque desde el momento uno, siempre supe que el lugar es lo de menos, la diferencia la marca la gente que te rodea y yo con este grupete de amigas de los NewYorkers (como dice Lili) me gané el cielo ♥
En 2015, si no recuerdo mal era Abril y estabamos en un parque tomando mates con las chicas cuando les pregunte si se sumaban a un viaje conmigo por mi cumple. Empezamos a barajar ideas y por ahi surgio Sardegna, una isla bien al Sur de Italia que ninguna conocía más que por comentarios increíbles que escuchamos de gente que había ido.
Conseguimos vuelos via Roma ( Pau y Eli no conocían). La escala terrible de 7 horas, resultó perfecta para que al menos lleguemos hasta el Colisseo, solo para darle la vuelta alrededor, caminar por la Via Nazionale, pasar por el monumento a Vittorio Emanuele, caminar por Via del Corso hasta la Fontana y volver al aeropuerto. Seguimos camino a la Islita a la que llegamos super tarde. Llegaron Naty y Ernesto desde Londres para completar el equipo. Comimos fideos con atún y nos fuimos a dormir muertas esperando descubrir el paraiso que nos esperaba al día siguiente.
La playa de Stitino, donde pasamos mi cumple viene siendo hasta ahora una de las playas mas hermosas que conocí en mi vida y a pesar de que principio de Junio todavía no es temporada y el agua esta bastante fria lo disfrutamos a full.
En 2016, la aventura fue a Croacia. Pau estaba viajando con su familia y llegaban desde Italia a Croacia. Nosotros volamos a Zadar y después tomamos un bus directo a Dubrovnik.
Otra ciudad de ensueño, con pisos de marmol blanco en todo el caso historico. Playas de piedra y aguas acquamarina.
Recorrimos la ciudad, fuimos a Islitas alreadedor y hasta terminamos bailando al ritmo de un dj en el medio del Old Town.
En 2017, cumplí 30. El año de mayor revolución para mí, estaba en Italia haciendo mi pasaporte y me volví a Dublin para poder viajar con las chicas a Tenerife.
Nos fuimos las 4 a disfrutar 5 días de la Islita. Pau se pusó la 10 y se manejo todo, por lo que la pudimos recorrer de punta a punta. Las chicas me organizaron un festejo sorpresa y fuimos a pasar el día a un parque acuatico. Cuando me lo dijeron, dude un poco y terminó siendo uno de los mejores festejos de cumple de la historia. Todavía nos seguimos riendo de las anécdotas de ese día, eramos como 4 niñas subiendo y bajando una y otra vez de los juegos.
En 2018, se deshicieron de mi y me mandaron a viajar con Shane. Desde ese año los viajes en grupo los mudamos a Julio que el clima es más seguro de verano y aprovechamos a festejar el día del amigo en algún lugar de playa (pero eso irá en otro post..si me inspiro de nuevo).
Cambiamos el rumbo, de playa a ciudad. Cuando habia viajado sola en 2013 pase por Turquia y me había quedado con las ganas de Cappadocia. Asi llegamos a esta ciudad mágica, donde sobresalen las cuevas y pude cumplir uno de mis sueños: volar en Globo aerostatico.
Esta ciudad llena de historia y magia también fue la testigo de que nos confirmen que nos elegían para el departamento que habíamos ido a ver justo antes de viajar. Al regresar de ese viaje nos mudamos juntos y el Globo de ceramica que tengo en mi cocina me la recuerda siempre.
En 2019 fuimos a recorrer la Costa Amalfi, y aunque el clima no ayudo los primeros días igual la disfrutamos con lluvia y un poquito de frio.
Como soy una bendecida, el día de mi cumple salió el sol y pudimos hacer un tour en barco a la Isla de Capri.
Este 2020 vino a revolucionarnos la vida a todos. Siento que esta cuarentena fue de mucho aprendizaje. Quizás tocaba dejar de “volar” y volver a “pisar la tierra”, reconectar con las raices.
Desde que estamos en cuarentena nos dedicamos mucho al patio de la casa en la que vivimos hace casi dos años y nunca habíamos hecho más que cortar el pasto. Ahora plantamos flores, armamos un set de jardin con pallets. Merendamos, almorzamos y cenamos afuera, hago clases de gimnasia, bailo, pinto (o trato), Shane trabaja, escuchamos Jazz y lo estamos pasando super.
Pienso que mi papá debe estar contento que este a full con el jardin, que haya plantado un malbón de flores rojas por él, Que mi Abu se habrá puesto feliz que me acordé que ella plantaba las cebollas de verdeo y crecían super fácil y rápido.
Mañana pasaré mi cumple por primera vez en Dublin desde que volví en 2014. Y estoy contenta de que sea acá, en el patio de casa.
Soy bendecida de tener amigos que valen oro, y me acompañan a un parque o a una ciudad nueva. De haber encontrado un compañero de aventuras con el que me divierto igual en un tour en barco en el Mediterráneo o bailando Chamamé en el living de mi casa. Que mi familia calcule las horas de diferencia para saludarme a las 12 en punto, no importa donde yo decida pasarlo.
Este año el viaje es al interior y he descubierto muchos nuevos lugares y matices dentro de mi misma ☺